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Después de pasar largas tardes de verano alrededor de la mesa del jardín o tumbados junto a la piscina, dentro de poco el calor dejará paso al frío y es el momento ideal para plantear cómo debemos proteger nuestros muebles de exterior durante el invierno. Su cuidado y mantenimiento será clave para que el verano que viene vuelvan a estar en el mismo estado y no hayan perdido brillantez ni calidad.
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Las fundas protectoras para muebles de exterior son un elemento clave para el mantenimiento de estos, especialmente si se trata de muebles de madera de teca y justo antes de protegerlos les hemos hecho un tratamiento a base de agua.
Estas fundas protectoras para mesas, butacas, sillas y tumbonas permiten preservar con las máximas garantías el mobiliario tanto si se mantiene en el exterior o se pliega y almacena en un lugar interior, como un trastero.
Las fundas para muebles de jardín son un gran protector contra la humedad, uno de los elementos meteorológicos más dañinos del invierno para nuestros muebles de exterior.
Si vuestros muebles de jardín son de madera, hierro o fibras naturales es imprescindible que los cubráis, del mismo modo que no debéis olvidaros tampoco de los parasoles y las tumbonas, que también sufren los cambios de temperatura.
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Si en tu jardín predominan los muebles de teca, la llegada del otoño, justo antes de cubrirlos con una funda protectora, es el momento ideal para aplicar su rutina de mantenimiento, para darles una vida más larga y que mantengan su buen aspecto.
Un primer paso será lavar la superficie con un paño húmedo y jabón neutro, para eliminar la suciedad y el polvo. También se puede lijar suavemente la superficie, sin hacer fuerza, para eliminar imperfecciones.
Una vez esté el mueble bien limpio, habrá que aplicar un tratamiento a base de agua que no deje el brillo, ni cambie el tono de color, ya que la madera lo absorbe para reavivar su color.